Trifulca Eclesiástica
Ayaviri, Puno, 28 de enero del 2007
Respecto a ‘Ayaviri: Hostias con Ají’ de CARETAS 1960, negamos abusos hacia algún sacerdote de esta prelatura. Todas nuestras acciones se han realizado con espíritu de caridad y dentro de las facultades y deberes que las normas del Código de Derecho Canónico dan al Obispo. Las actitudes individuales de sacerdotes y agentes pastorales, escudándose en supuestas incomprensiones, han hecho olvidar que para la Iglesia ambos son colaboradores del trabajo evangelizador. Nos extraña que el reportaje de Samuel Ashcallay, sesgado por recoger versiones críticas a la labor del Obispo en Ayavirí, haya ignorado el testimonio de sacerdotes y feligreses entusiasmados con el nuevo dinamismo pastoral.
En relación al Templo de Macusani, Prisco Lino Navarro, quien promovió su cierre esgrimiendo calumnias contra el párroco y las hermanas de la Asociación Lumen Dei, fue obligado el día 25 de enero, en un cabildo abierto con presencia de la población, la alcaldesa y la fiscal del distrito, a entregar las llaves de la Iglesia y a retractarse. Así el templo fue abierto y se realizó un acto de desagravio al padre Gustavo Mordones.
Héctor Cruz MercadoCanciller de la Prelatura de Ayaviri
Los cambios en una prelatura son potestad del obispo, pero existen maneras más cristianas de ejecutarlas. Cuando el obispo Kay Schmalhausen expulsó el padre Francisco Fritsch de la prelatura de Ayaviri, 15 sacerdotes, 5 religiosas y 11 responsables de la pastoral social le pidieron por escrito que reconsidere su decisión. Durante dos semanas CARETAS intentó entrevistar al obispo Schmalhausen pero éste sólo respondió preguntas por teléfono y sin entrar en la materia. El templo de Macusani fue tomado por unas 130 personas protestando contra el padre Gustavo Mordones. Días después fue abierta por los propios pobladores y no por obligación. El vicepresidente del consejo parroquial, Prisco Lino, niega que le pidieran retractarse y el acto de desagravio al sacerdote Mordones.
Lima, 30 de enero del 2007
El artículo sobre las Iglesias del sur no le hace favor a la objetividad periodística. El autor de la nota ha generalizado la queja de un par de sacerdotes y algunas cartas. El reportaje sugiere que todo lo que hacen los obispos es abusivo. Si lo que se pretendía era cuestionar a los monseñores Kay Schmalhausen y José María Ortega, el asunto les salió al revés. Los Obispos del Perú, a través de un comunicado, han expresado su apoyo al trabajo que se viene realizando en las respectivas iglesias de Ayaviri y Juli.
Carlos BissoDNI 07882714
CARETAS entrevistó a 4 sacerdotes del sur andino y recibió la opinión de otros 17 a través de dos cartas, además de la declaración de 2 religiosas y 11 laicos que trabajan en esta región. Todos coincidieron en señalar abusos por parte de los obispos de Ayaviri y Juli. El padre Francisco Fritsch, expulsado de Ayaviri, ha recibido unas 300 cartas de solidaridad de sacerdotes, religiosas y laicos vinculados a la labor de la Iglesia. El escueto comunicado de los obispos no desmiente el reportaje. Sorprende que los prelados respalden despidos –sin dar explicaciones– a religiosos que trabajaron más de tres décadas en esta región durante la época del terrorismo. O que no objeten la discriminación de un seminarista por ser jorobado.
Intolerancia Clerical
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Obispo de Juli: cuando hay defectos es mejor no ordenarse de sacerdote. |
Lima, 29 de enero de 2007
Respecto a ‘Capilla Ardiente de CARETAS 1960, el obispo José María Ortega no tiene reparo en decir que expulsó a un seminarista por ser jorobado. Debería saber que el padre Gustavo Gutiérrez también tiene una limitación física que no le ha impedido llegar a ser el sacerdote más ilustre del Perú. Este acto lo pinta como lo que es: un intolerante que discrimina.
Héctor Velásquez ChafloqueDNI 06994867
Esa es la confesión más franca y menos religiosa que ha publicado CARETAS. El Obispo merece ser despeñado por el propio Cuasimodo.